Viaje por la Andalucía romana

Los alumnos de Latín y Griego de Bachillerato de los I.E.S. Norba Caesarina, El Brocense, Profesor Hernández Pacheco de Cáceres y el I.E.S. Francisco de Orellana de Trujillo, junto con sus profesores de Lenguas Clásicas, disfrutaron durante los días 24, 25 y 26 de febrero de una inmersión en el mundo romano, a través de importantes yacimientos arqueológicos, y de unos días de convivencia intercentros.

Nuestra primera parada fue Itálica, la primera ciudad fundada por los romanos en Hispania y lugar de nacimiento de los emperadores Trajano y Adriano. Tras visualizar el vídeo del Centro de Interpretación, que nos mostró cómo sería la ciudad veinte siglos atrás, nos adentramos en la Nova Urbs, el barrio residencial construido por Adriano para honrar la memoria de su antecesor en el cargo. Allí pudimos ver los restos de las murallas, las inmensas cloacas, el trazado ortogonal de la ciudad, sus anchas calles enlosadas, las aceras con los cimientos de los pilares de los pórticos y algunos de sus magníficos mosaicos, como los de la casa de Neptuno, la casa de los pájaros o la casa del Planetario. Como colofón de nuestro recorrido por la ciudad, entramos por la porta triumphalis en el impresionante anfiteatro, el mayor de los conservados en Hispania y escenario del Pozo de los Dragones en la serie Juego de Tronos. Comimos después en una zona del recinto arqueológico habilitada para ello, antes de partir hacia Jerez de la Frontera, nuestro lugar de pernoctación, con el objetivo recorrer los lugares más emblemáticos del casco histórico de la ciudad: el imponente Alcázar almohade, la catedral e incluso el primer reloj farola instalado en España, que 170 años después sigue dando la hora. En nuestra pequeña estancia en esa hermosa ciudad, algunos tuvimos la suerte de disfrutar de un espectáculo de flamenco en un tabanco jerezano.

El día siguiente, pese a todos los pronósticos, amaneció bastante sereno. Los charcos en el suelo denotaban que, durante la noche, mientras los profesores dormíamos y nuestros alumnos socializaban, debieron de caer chuzos de punta. Una suerte que los chubascos se adelantaran, porque eso nos permitió disfrutar de nuestro recorrido por Baelo Claudia sin apenas sobresaltos. Tras ubicarnos en el entorno gracias a la maqueta del Centro de Interpretación, visitamos el recinto arqueológico de esta ciudad: el foro, con los restos del capitolio, la basílica, el mercado y el templo de Isis; el empedrado del decumanus maximus, que cruza la ciudad desde la puerta de Carteia a la de Gades y las termas; acabamos nuestro recorrido en la factoría de salazón de pescado y elaboración de garum de este importante emporio comercial romano. El acceso al teatro estaba cerrado, así que nos perdimos las impresionantes vistas que el mar, como si de un frente escénico se tratara, ofrece al espectador. Afortunadamente pudimos compensarlo comiendo en un chiringuito junto al yacimiento y el mar. ¿Qué más se puede pedir?

Ya en Sevilla, en nuestro recorrido desde el albergue Inturjoven hasta el centro, pasamos junto a los edificios de aire colonial que aún se conservan de la Exposición Iberoamericana de 1929. Luego atravesamos el Parque de María Luisa e hicimos una parada en la Plaza de España antes de continuar hacia la catedral y su Giralda, el barrio de Santa Cruz, etc. e impregnarnos de ese color especial que tiene Sevilla.

El domingo nos esperaba la interesante necrópolis romana de Carmona, con sus columbarios subterráneos, la tumba del elefante -realmente un santuario de Atis- y los mausoleos de Postumio y de Servilia. Completamos nuestra visita a esta hermosa ciudad recorriendo su casco histórico, producto de un pasado multicultural, y degustando su magnífica gastronomía.

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